miércoles, 2 de diciembre de 2015

EL PRINCIPIO DEL FIN

Se acerca el final de este intensísimo año. Fue sin lugar a dudas, el año más difícil de mi vida. Aún no me puedo recuperar de la muerte de mi padre, casi todos los días lo pienso y entre más pasa el tiempo y creo que se me pasará más siento su ausencia. No, no hay dolor más fuerte que haya sentido jamás. Perder a mi padre fue como perderme a mi también. Creo que uno nunca puede estar preparado para la muerte, y mucho menos para la muerte de uno de tus padres. Jamás. Ni aunque tengas 100 años.

A veces me pongo a comer compulsivamente, y otras veces como ahora, me acuesto en mi cama y cierro mis ojos tratando de repasar todos los buenos momentos que pasé con él. Tal vez muchos crean que no me duele tanto, en mis redes sociales sólo pongo los momentos efímeros de felicidad que tengo con mi hijo o mi novio (que por cierto es el chico del que me enamoré al iniciar el año y que ha resultado ser un increíble novio y amigo), pero la verdad es que este dolor es muy fuerte y trato de guardármelo sólo para mi.

Mi hermana tuvo una hermosa bebé y su carita me recuerda a mi papá. Es tan tranquila y buena, y Mayra ha resultado ser una madre ejemplar y muy fuerte. Yo no sé si hubiera podido soportarlo.

Y si, la vida cambia y sé que aunque esto parece haber sido algo terrible e injusto para mi es probablemente justo lo que me hará ser mejor persona y despertar… Siempre estaré pensando en tí papá, y le agradezco a la vida haberte tenido como padre, leer en los mensajes que me dejabas a veces, que seremos tus "amados hijos".

Pongo esta foto porque ahora que lo pienso,  no me encantaba este traje pero tu portaste con orgullo el traje blanco que habías usado en mi boda y que usaste este año en la boda de mi hermana. Se que nos reuniremos papá, algún día estaré de nuevo en tus brazos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario